El presidente del Instituto Cubano de la Música asegura que no quiere que
"ni la vulgaridad, ni la mediocridad" hagan mella en la riqueza de la
música cubana
CADENA SER 04-12-2012
"El Instituto
Cubano de la Música y su sistema de instituciones ha adoptado medidas, que
van desde la descalificación profesional de aquellos que
violen la ética en sus presentaciones hasta la aplicación de severas
sanciones a quienes desde las instituciones, propician o permiten
estas prácticas", anunciaba el presidente del ICM, Orlando Vistel, en
una entrevista concedida al diario
oficialista Granma.
Cuba está orgullosa de
su música. "Del son y la salsa al jazz y de la canción y la rumba a las formas
sinfónicas y de cámara se multiplican nuestros exponentes y no pocos de ellos
cuentan con gran reconocimiento internacional. Esa es la verdad de la música y
de los músicos cubanos", explica el presidente del Instituto Cubano de la
Música que no ha dudado en tomar medidas en defensa por su propia producción
musical eso sí, siempre que sus creaciones no tengan nada que ver con el
reggaeton: "La necesidad de poner coto a expresiones vulgares y
hacer cumplir por nuestra parte lo que aprobamos en la Primera Conferencia
Nacional del Partido obedece a nuestra responsabilidad de revelar y promover
jerarquizadamente en todos los espacios posibles los auténticos valores de
nuestra producción musical".
Eso sí, Orlando Vistel
insiste en que "las medidas administrativas y jurídicas no son efectivas
por sí mismas si no van acompañadas por una labor de orientación,
esclarecimiento y convencimiento acerca de los valores que el régimen castrista
debe promover".
En realidad, el
funcionario cubano explica en su entrevista en Granma que "no se trata
exclusivamente del reggaeton sino también de expresiones
vulgares, banales y mediocres se registran en otras prácticas
musicales", eso sí, añade que, aunque no se debe particularizar en un
género, "no es menos cierto que en el reggaeton esto es
mucho más notorio".
En 2009, un músico cubano le
dedicó un reggaeton a Fidel Castro. A pesar de tener poco
apoyo oficial o espacio en las radios estatales, la canción se hizo muy popular
en la isla. Parece que, a partir de ahora, todas las dedicatorias musicales al
comandante tendrán que ser en otro estilo musical.