Algunos datos sobre el gentilicio "dominicano".
Aunque los dominicanos exhibimos con mucho orgullo nuestra condición de dominicano, muchos son los hijos de la patria de Juan Pablo Duarte que desconocen el origen de este gentilicio. Veamos lo que nos dice el historiador Juan Daniel Balcácer:
“Con relación al gentilicio de dominicanos se ha dicho que se deriva de la segunda palabra de Santo Domingo, es decir, viene de domingo. Dicen los historiadores que el nombre de Santo Domingo se le puso a la capital porque los conquistadores llegaron a la margen oriental de la isla un día domingo, día de Santo Domingo de Guzmán (padre de los dominicos o dominicanos) y además el padre de los Colón se llamaba Domingo.
Erróneamente, muchos creen que el nombre de dominicanos se empezó a usar después de la independencia nacional; sin embargo, resulta que para el siglo XVII ya se comenzaba a llamar dominicanos sólo a los habitantes de la ciudad de Santo Domingo. Para el siglo XVIII ya algunos historiadores como Luis José Peguero y Sánchez Valverde hablaban de "los valientes dominicanos" o "dominicanos o españoles criollo".
Pero fue en el siglo XIX cuando comenzó a popularizarse el gentilicio "dominicanos" como una forma de diferenciar a los habitantes del Santo Domingo español y los del Santo Domingo francés.”
Erróneamente, muchos creen que el nombre de dominicanos se empezó a usar después de la independencia nacional; sin embargo, resulta que para el siglo XVII ya se comenzaba a llamar dominicanos sólo a los habitantes de la ciudad de Santo Domingo. Para el siglo XVIII ya algunos historiadores como Luis José Peguero y Sánchez Valverde hablaban de "los valientes dominicanos" o "dominicanos o españoles criollo".
Pero fue en el siglo XIX cuando comenzó a popularizarse el gentilicio "dominicanos" como una forma de diferenciar a los habitantes del Santo Domingo español y los del Santo Domingo francés.”
En el período 1822-44, "ya la herencia cultural, lingüística e histórica del pueblo de Santo Domingo había arraigado en lo más profundo de la subconsciencia colectiva y correspondió a Juan Pablo Duarte la gloria de eternizar el gentilicio dominicano disponiendo su inclusión en el nombre del Estado que emergió del grito independentista en el baluarte del Conde, esto es, República Dominicana".
