Los malos médicos de Bonao: ¿mito o realidad?


Por:  Prof. Julián Morillo
El cuestionamiento a la calidad o preparación profesional de los “médicos de Bonao” es una práctica que ha alcanzado no sólo la estatura de una especie de subcultura entre los habitantes de la provincia Monseñor Nouel, sino de mito, tabú, creencia o como usted quiera llamarle.
Se escucha con mucha frecuencia entre personas enteradas de que alguien tiene un familiar enfermo: “Ay, muchacha, no lo dejes aquí, que te lo dejan morir”; “los médicos de Bonao son matasanos”; “Si tú no quieres que se te muera, llévalo a La Vega o a la capital”, y así por el estilo.
Sin embargo, yo que tuve que llevarme mi hijo afectado de leucemia a Santo Domingo, no me atrevería a sustentar esta afirmación de muchos de mis compueblanos.
Creo a pie juntillas que en todas partes hay  médicos competentes y tarugos, con vocación y enganchados, consagrados e irresponsables, egresados de las mejores y peores universidades del país y el extranjero.
Además, cuando se refieren a “los médicos de Bonao” ¿también se está incluyendo a las decenas de especialistas que vienen a dar servicio desde  otros prestigiosos centros médicos del país y a los que se han quedado a residir en Bonao sin ser oriundos de aquí?
Sospecho que le hemos dado fuerza de verdad y de criterio generalizado a una idea que puede tener razón de ser en casos muy particulares; es decir, si la mala práctica de un profesional de la medicina en Bonao no resolvió o empeoró un problema de salud de un familiar o propio, tengo sobrados motivos para cuestionar la preparación o la ética de éste, pero no la de la clase médica de la comunidad en general.
En lo que sí estoy de acuerdo es en que ya es tiempo de que los centros médicos de Bonao comiencen a invertir más recursos en infraestructuras adecuadas (tan cómodas y confortables como caros son los servicios); que se adquieran equipos acorde con la última tecnología y además que el equipo auxiliar (enfermeras, bioanalistas…) sea más calificado y mejor pagado, dada la labor tan delicada que realizan (un buen médico con auxiliares de escuelita no es mucho lo que puede hacer).
En conclusión, considero que etiquetar como “malos” a los médicos de Bonao es un mito que encuentra poca sustentación si se analiza bien la composición de la clase médica de nuestro pueblo, y creo más que lo que hay que resolver son los aspectos más arriba señalados.
Esta es una opinión muy personal, y aceptaría con sincera humildad cualquier refutación a la misma.