30 años sin Óscar Romero en El Salvador

Hoy se cumplen 30 años de la muerte de monseñor Óscar Romero, que fue asesinado en San Salvador en 1980 mientras celebraba una Eucaristía. El recuerdo del arzobispo salvadoreño coincide con un informe de Amnistía Internacional en el que insta al Gobierno de El Salvador a revocar una ley de amnistía "que protege a los responsables de miles de desapariciones y asesinatos durante los 12 años de conflicto armado, incluido el del arzobispo Óscar Arnulfo Romero".

El arzobispo salvadoreño monseñor Romero fue asesinado el 24 de marzo de 1980 por pistoleros mientras celebraba misa en la capilla de un hospital y durante su funeral, celebrado seis días más tarde, los militares mataron a más de veinte personas. Durante sus tres años como arzobispo, Romero pidió insistentemente el fin de esa violencia y defendió el derecho de los más pobres en el país centroamericano.

En un comunicado hecho público en Londres, la organización humanitaria internacional ha hecho al mismo tiempo un llamamiento a las fuerzas de seguridad para que cooperen plenamente con los investigadores permitiendo pleno acceso a sus archivos. "Resulta inaceptable que los responsables de miles de desapariciones, asesinatos y torturas no hayan tenido que responder aún de sus crímenes", ha dicho Kerrie Howard, subdirectora para las Américas de Amnistía Internacional.

Un informe de la Comisión de la Verdad salvadoreña llegó en 1992 a la conclusión de que el mayor Roberto D' Aubuisson, mientras tanto fallecido, ordenó el asesinato del arzobispo a miembros de su servicio de seguridad, que actuaron como "un escuadrón de la muerte".

En 1993, El Salvador aprobó una ley de amnistía por la que impedía procesar a los asesinos y responsables de las numerosas matanzas, denuncia Amnistía Internacional, según la cual nadie ha tenido que responder por los crímenes cometidos durante el conflicto, que se prolongó desde 1980 hasta 1992.

El Gobierno salvadoreño reconoció en 2009 ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos su responsabilidad internacional por el asesinato de monseñor Romero, pese a lo cual, según AI, "no se ha tomado medida alguna para investigar lo ocurrido".

Miles de salvadoreños fueron asesinados, hechos desaparecer, violados o reclutados a la fuerza como niños soldados durante aquel conflicto. Muchos niños fueron asesinados, hechos desaparecer o entregados a otras personas de El Salvador o de fuera del país para su adopción con el falso pretexto de que habían sido abandonados por sus padres. Entre las víctimas había defensores de los derechos humanos, sindicalitas, abogados, periodistas, críticos del Gobierno y en su mayor parte civiles inocentes que no estaban directamente involucrados en el conflicto.

elpais.com