!A reir, que todavía estamos vivos!


UNA EXPERIENCIA RELIGIOSA
Querido nieto:
El otro día tuve una experiencia religiosa muy buena, que quiero compartir contigo. Fui a la librería cristiana y allí encontré una calcomanía para el auto que decía: TOCA LA BOCINA SI AMAS A DIOS.
Dado que había tenido un día muy malo, decidí comprarla y pegarla en el parachoques de mi coche. Al salir conduciendo, llegúe a un cruce de dos avenidas que estaba muy compliado, con muchos vehículos.
La tempertarua exterior era de 37 grados y era la hora de salida de las oficinas. Allí me quedé parada, porque la luz estaba roja, pensando en el Señor y en todas las cosas buenas que nos ha dado. No me di cuenta que la luz se había puesto verde, pero descubrí que muchos otros aman al Señor porque inmediatamente comenzaron a sonar las bocinas.
La persona que estaba detrás de mi auto era sin duda muy religiosa, ya que tocaba la bocina sin parar y gritaba: “!!!Dale, por el amor de Dios…!!!” Dirigidos por él, todos hacían sonar la bocina. Yo les sonreí y los saludaba con la mano a través de la ventanilla. Vi que otro muchacho me saludaba de una manera muy particular, levantando sólo el dedo medio de la mano. Le pregunté a otro de mis nietos, que estaba conmigo, qué quería decir ese saludo. Me contestó que era “un saludo hawiano” de buena suerte.. Entonces yo saqué mi mano por la ventana y saludé de la misma manera. Mi nieto se doblaba de la risa, supongo que por la bella experiencia religiosa que estaba viviendo.
Dos hombres de un auto cercano se bajaron y comenzaron a caminar hacia mi coche, creo que para rezar conmigo o para preguntarme a qué templo voy. Pero en ese momento fue cuando vi que la luz estaba verde.
Entonces saludé a todos mi hermanos y hermanas y pasé el semáforo. Después de cruzar, noté que el único auto que había podido pasar era el mío, ya que la luz volvió a ponerse en rojo, y me sentí triste de dejarlos allí después de todo el amor que habíamos compartido. Por lo tanto, paré el coche, me bajé, saludé a todos con el saludo hawiano por última vez y me fui.
Ruego a Dios por todos esos buenos hombres y mujeres. Besos.
Tu abuela.